un día parecido viví en barcelona. trabajaba en un hostal todo el domingo y las tardes se volvían lentas, como esperando que pasara más arena por el reloj. pero esa tarde la arena fue nieve, y la calle nou de la rambla fue como una fiesta blanca. los mayores asomados en sus edificios a los balcones medievales, los pibes improvisando patinaje artístico, lo que incluía también lanzamiento de proyectiles blancos, del tamaño que cabe en una mano y después en sonriente caritas agradecidas del repentino fresco, como los tortazos de chaplin pero de nieve, lloviendo la ciudad, las miradas alucinadas, alunada la lluvia esa tarde
martes, 11 de diciembre de 2007
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